Cuando acudimos a terapia es normal sentir ansiedad e incertidumbre, y más aún cuando vamos por primera vez. Pero es claro que cuando llegamos a terapia es porque estamos pasando por un momento difícil y no sabemos cómo manejar nuestras emociones, o bien, porque sentimos que algo no está bien en nuestra vida y necesitamos ayuda para entender y solucionar el problema.
Puede suceder que no sabemos qué decir en terapia, y esto muchas veces puede ser frustrante e incluso desalentador. La buena noticia es que esto es muy común y no hay nada de qué preocuparse. Es normal sentirnos abrumados al tratar de explicar nuestras emociones, pensamientos y situaciones difíciles.
Para superar este miedo o bloqueo, una buena idea es llevar una agenda a la terapia. De esta manera, podremos anotar todo aquello que nos haya parecido interesante o significativo durante la semana, ya sean emociones, situaciones o pensamientos recurrentes. Esto nos ayudará a recordar y a no olvidar lo que queremos hablar en terapia.
Además, es importante anotar las emociones incómodas que recordemos y las situaciones que las provocaron. De esta manera, podremos ir identificando qué nos afecta más y en qué situaciones nos sentimos más vulnerables. Al tenerlo anotado, podremos discutirlo con nuestro terapeuta y buscar estrategias para manejar esas emociones.
También es útil anotar las cosas que nos gustaría hablar con nuestro terapeuta. A veces, no sabemos cómo explicar un problema o simplemente no queremos hablar de ello de inmediato. Anotarlo nos permitirá desarrollarlo en profundidad en terapia con la ayuda de nuestro terapeuta.
Finalmente, es importante recordar que en el espacio de terapia estamos en un ambiente seguro y de confianza. Nuestro terapeuta estará ahí para acompañarnos y ayudarnos a descubrir los problemas que nos afectan y a encontrar soluciones. No hay una respuesta correcta o incorrecta, simplemente estamos ahí para explorar nuestras emociones y pensamientos en un ambiente libre de juicio.
En conclusión, no es raro sentir miedo o incertidumbre sobre qué decir en terapia. Llevar una agenda y anotar nuestros pensamientos y emociones pueden ser útiles para recordar lo que queremos hablar y para ir identificando nuestros problemas. Recuerda que estás en un ambiente seguro y de confianza para hablar con tu terapeuta. Juntos podrán descubrir lo que te afecta y buscar soluciones para superar tus problemas.
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